El chocolatero es una profesión hoy en día. E incluso un trabajo muy bonito, que a muchos niños y adultos les gustaría hacer. Crear huevos de chocolate, conejos, pollos... ¿qué más se puede pedir cuando se es un gourmet y un apasionado de los dulces de cacao? Pero antes de convertirse en un maestro del arte, hay un primer paso: saber cómo fundir el chocolate correctamente. Sin más preámbulos, aquí están las diferentes técnicas para fundir el chocolate correctamente.
Cocinar en el microondas
La cocción en el microondas es la técnica más fácil para fundir el chocolate de forma rápida y muy sencilla. Empieza por cortar el chocolate en trozos pequeños y colócalos en un bol apto para microondas. A continuación, inicie la cocción durante 35 segundos en la posición más baja. Con la ayuda de una agarradera, sacar el bol del microondas y remover con una espátula de madera. Vuelva a poner el bol en el microondas durante otros 15 segundos, todavía a la potencia mínima. Remover como antes y luego repetir el proceso dos o tres veces en sesiones de 10 segundos, intercalando remover con una espátula. Visite https://www.valrhona-collection.es/ para ver las diferentes variedades de chocolate.
Cocinar chocolate al baño María
Gracias al baño maría, obtendrá un chocolate ultra brillante y suave. Si no tienes un aparato profesional, coloca una base de agua en una cacerola grande. Colocar un recipiente resistente al calor (una sartén más pequeña o un bol resistente) en el centro y colocar los cuadrados de chocolate. Empezar a cocinar a fuego lento y remover con una espátula de madera hasta que el chocolate esté completamente derretido. ¿Está entrando algo de agua en la mezcla derretida? Añadir una cucharadita de aceite vegetal de coco desodorizado y remover enérgicamente para limitar la formación de grumos.
Cocinar con nata
¿La mejor manera de conseguir un chocolate suave sin que se queme? Aplicar este proceso, normalmente reservado para el ganache. Para empezar, calentar un cazo con nata a fuego lento. Poner 200 g de chocolate picado en un bol. Cuando la nata rompa a hervir, viértala sobre el chocolate. A continuación, remueva lentamente hasta obtener una textura perfectamente homogénea. Un método eficaz para hacer ganaches perfectos, pero también un secreto bien guardado para garantizar un chocolate hermoso y suave como nunca antes.